Lo vemos todos los años: cuando llega el calor, aumenta el dolor en la planta del pie. Lo llamamos “la fascitis del verano”, y en la mayoría de los casos, el detonante está en el calzado.
El uso de chanclas » de dedo» y sandalias sin sujeción en el talón, es el cóctel perfecto para inflamar la fascia plantar, sobre todo si ya arrastras debilidad en el pie.
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La buena noticia es que hay una forma de prevenir esta inflamación tan común en verano sin renunciar a la comodidad y a la buena sensación de ir descalzo
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¿Por qué las chanclas disparan la fascitis plantar?
Esto surge fundamentalmente por 4 causas :
- El pie debe hacer un esfuerzo anormal para mantenerlas puestas ( agarrándola encogiendo los dedos).
- No hay sujeción del talón ni estabilidad del arco.
- Aumentan la tensión en la fascia plantar y en el tendón de Aquiles.
- Alteran la forma en la que pisas, incluso aunque no lo notes al principio.
¿Resultado?
–Dolor agudo, sobre todo al levantarnos de la cama o de una silla.
–Rigidez por las mañanas.
¿Cómo protege Firben tu fascia?
Firben, protege tu fascia sin renunciar al verano, de distintas formas:
- Suela fina y flexible que respeta el movimiento natural del pie.
- Estimula la musculatura del arco, fortaleciendo la fascia desde la base.
- Permite caminar de forma más fisiológica que con chanclas o sandalias convencionales.
- Ideal para uso diario, viajes, paseos y entrenamiento en el gimnasio.

¿Por que las recomendamos en consulta?
Sabemos que en verano, el calzado inadecuado es uno de los principales enemigos de la fascia plantar.
Por eso recomendamos Firben, porque no solo evita el problema, sino que actúa como parte del tratamiento preventivo.
Reeducar el pie, prevenir el dolor.
El objetivo no es solo aliviar el dolor, sino evitar que vuelva cada verano. Usar Firben durante los meses de calor ayuda a:
- Corregir el patrón de pisada.
- Disminuir la carga sobre la fascia.
- Activar la musculatura que sostiene el arco plantar.
Si ya has sufrido dolor plantar en veranos anteriores, no esperes a que vuelva. Cambiar tu calzado puede ser el primer paso para pasar un verano sin dolor.
Porque no se trata solo de caminar: se trata de hacerlo bien.