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Acuden a consulta pacientes con dolor de talón de mucho tiempo de evolución. Muchos de ellos, han recibido numerosos tratamientos para su” fascitis plantar” y aun así, no han logrado solventar el problema.

Ondas de choque, electrolisis percutanea, plasma rico en plaquetas, corrientes, ultrasonidos, masajes, ejercicios con botellas heladas, todos son parte de un largo etc, que desespera al paciente, por resultar insuficientes, ineficaces como tratamientos únicos, o simplemente equívocos.

Hay una causa principal, por la cual, esta enorme lista de tratamientos no funciona: simplemente, porque quizás, no sea una fascitis.

Existe una relación considerable de patologías que dan dolor en el talón , pero sin embargo, parece que sólo exista la fascitis:

Inflamación de la grasa plantar.

-Bursitis subcalcánea.

Atrapamiento rama de Baxter.

-Tunel del tarso positivo.

Rotura de la fascia plantar.

-Fasciosis plantar.

-Radiculopatía L5-S1.

-Puntos gatillo en la pierna.

-Fracturas por estrés del calcáneo.

-Edema óseo del calcáneo.

Todas estas patologías pueden provocar dolor en el talón, pero cada una de ellas tiene sus características que la diferencian de las otras.

Ante esta situación, el remedio más eficaz es: acudir a un especialista del pie cuando notemos dolor en el talón que persista  y que no desaparezca después del tratamiento antinflamatorio oral pautado u otros tratamientos recibidos .

El especialista, realizará una completa exploración, para averiguar, no sólo que causa el dolor, sino el origen de este. Y de la mano del un correcto diagnóstico, vendrán los tratamientos adecuados. Solo así podremos  quitar el dolor totalmente.

Tanto la fascitis plantar como las patologías mencionadas, que también dan dolor en el talón, tienen varios tratamientos dependiendo:

-Del estado en el que se encuentre la patología.

-Del tiempo que el paciente lleve con el dolor y la intensidad de este.

-De la actividad y trabajo del paciente.

Conforme al diagnóstico, y al paciente en concreto se optará por el mejor tratamiento ya sea conservador o más invasivo. Las fascitis, en ese periodo inflamatorio inicial, responden muy bien al tratamiento con infiltraciones  ecoguiadas y el posterior uso de plantillas ortopédicas a medida, para controlar y eliminar el factor desencadenante de la fascitis.

Para otras de las patologías mencionadas, que se confunden a menudo con fascitis hay varios tratamientos muy interesantes, entre los que podemos mencionar: hidrodisección, neuromodulación y cirugía, todo ecogiado y mínimanamente invasivo. Esto es sólo una parte del abanico de posibilidades y tratamientos que existen y que  determinará el especialista del pie, en función de la patología y del paciente.

La prevención, la prontitud a la hora de afrontar el problema y acudir a un especialista para que nos haga una buena exploración, y diagnóstico, son las claves para recuperarnos lo antes posible. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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