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Un pie cavo es un pie “con mucho puente“. Las personas que acuden a consulta con este tipo de pies, refieren dolor:

-En el dorso del pie, o empeine: por ser muy prominente.

-En los dedos: porque se engarran y hay un aumento de presión en el dorso de estos, contra el calzado, y en los pulpejos de los dedos.

-En la “almohadilla” plantar; por aumentar la presión en esta zona y por ello, crearse hiperqueratosis o los llamados “callos”.

-En la planta del pie: por la tensión a la que se ve sometida continuamente derivando en problemas en la fascia plantar.

-En la zona externa de las rodillas: por la distensión ligamentosa que sufre por el posicionamiento de los pies.

-En los gemelos: por el acortamiento que tienen.

Además del dolor, que ya es motivo más que suficiente, para hacer algo al respecto, estos pacientes , sufren inestabilidad y esguinces en los tobillos de una forma frecuente. Esto es debido, al “mal apoyo”, ya que en las fases de la marcha, en concreto en la fase de apoyo medio, el pie no se sitúa de forma correcta .

Paciente con pies cavos, que realiza la fase de apoyo medio con pie supinado, lo que le provoca dolor, inestabilidad y aparición de esguinces repetidos.

Explorar este tipo de pies en consulta, realizar un estudio biomecánico, ecográfico y radiográfico si lo precisa, es fundamental, para poner tratamiento y frenar su evolución.

Los tratamientos con terapia física, junto con las plantillas ortopédicas a medida, son la combinación perfecta para aliviar dolores y futuros problemas. Con  las plantillas, aportaremos apoyo a la planta, haciendo que la fascia se relaje, descargaremos la zona metatarsal, y proporcionaremos estabilidad a la pisada. Los ejercicios de propiocepción y estiramientos de la cadena posterior, gemelos e isquiotibiales, harán que el tratamiento este completo.

Tratamiento con plantilla ortopédica, para paciente con pies cavos. Se puede observar como se proporciona estabilidad y apoyo a la planta.

Los pies cavos, pueden resultar un problema para la vida diaria y para el desarrollo de actividades deportivas. Pero esta situación, puede mejorar notablemente con un minucioso estudio de la pisada y un buen tratamiento.

 

 

 

 

 

 

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