Las fracturas por estrés son muy habituales y no sólo en el ámbito deportivo. Es muy importante hacer un buen diagnóstico a tiempo, para no agravar la lesión y no alargar el tiempo de incapacidad.
¿Qué es exactamente una fractura por estrés?
Una fractura por estrés es una rotura en el hueso, habitualmente una fisura, producida por una presión, fatiga y / o fuerza repetida en un mismo punto de manera continuada. Normalmente conocemos las fracturas provocadas por impactos y caídas bruscas.
Las fracturas por estrés no son bruscas, sino debidas a pequeños impactos, que sumados en el tiempo, hacen que los huesos se rompan.
¿Tienen las fracturas por estrés los mismos síntomas que las ocasionadas en caídas ?
No, las fracturas por caídas provocan un dolor agudo en el instante, mientras que con las de estrés se siente:
-Dolor durante las actividades de vida diaria, pero no excesivamente agudo.
-Dolor que se agudiza al comenzar la actividad deportiva.
-Dolor que remite con el reposo.
-Hinchazón casi constante.
-Enrojecimiento.
¿Cuáles son las fracturas por estrés más habituales en el pie?
Los huesos que más sufren estás fracturas son:
–Quinto metatarsiano.
–Segundo metatarsiano.
Los principales factores de riesgo son:
-Alteraciones biomecánicas de la pisada: pie plano o pie cavo.
-Atrofia de la grasa plantar.
-Mala técnica de carrera.
-Aumento de la actividad deportiva de forma repentina.
-Uso de calzado deportivo y / o laboral inadecuado.
-Aumento de la intensidad en el entreno.
¿Cuál sería el tratamiento?
El tratamiento se basa en 4 puntos fundamentales:
1º Inmovilización 4-6 semanas.
2º Oxigenoterapia hiperbárica combinada con la inmovilización /reposo.
3º Magnetoterapia.
Super importante y sumado al tratamiento, para que no vuelva a suceder, es realizar el estudio biomecánico de la pisada.
Si realizamos el tratamiento, pero no buscamos el origen del problema , sin duda, volverá a fracturarse.